El reparto de roles: una propuesta para el aula inclusiva
La asunción de responsabilidad
– La participación de todos es necesaria para la consecución del producto final.
– La ayuda mutua se convierte en esencial para que el trabajo prospere.
– El grupo es más importante que cada uno de sus elementos, apareciendo la sinergia.
– Se deben fomentar actitudes que apoyen y alienten las capacidades de cada uno y su forma de aportar al equipo.
– Las relaciones entre sus miembros heterogéneos se basan en la complementariedad.
En este sentido es donde aparece el importante concepto acuñado como «ayuda mutua». El grupo es consciente de las posibilidades de cada uno, las acepta y lucha por conseguir el máximo rendimiento sumando los esfuerzos de sus miembros. Entienden, por tanto, las capacidades globales del equipo, y con esas capacidades -y no otras- deben conseguir el trabajo propuesto.
La fuerza de la capacidad propia
– El traductor: encargado de asignar otras formas de expresión al producto final o a cada una de sus fases (Código Braille, LSE, Pictogramas…).
Le elección de los roles
De esta manera se daría en el aula, lo que Pujolás (2009), vino en llamar «interdependencia positiva de roles», que potencia la identidad propia del equipo y hace que sus miembros sepan exactamente cuales son sus funciones a desarrollar.
Un ejemplo práctico
Se proponía como ejercicio el entrenamiento de la habilidad relacionada con la lectura, y se planificaban dos niveles de ejercicios: uno el de la escritura de palabra o palabras claves del texto trabajado (menor nivel); y dos, la valoración crítica del texto con ejercicios de lectura inferencial y valorativa.
Bibliografía:
- Jarret, D. (1999) The Inclusive Classroom. Mathematics and Science Instruction for Students with Learning Disabilities. It’s just good teaching. Portland: Northwest Regional Educational Laboratory.
- Pere Pujolàs (2009).: Aprendizaje Cooperativo y Educación Inclusiva: Una forma práctica de aprender juntos alumnos diferentes (Universidad de Vic.)