Cuando hablamos de la necesaria presencia, participación y progreso del alumnado en el aula, cuando advertimos a los profes sobre el hecho de que la inclusión del alumnado con NEAE en las dinámicas del aula es un deber y una obligación de cada centro y de cada docente, debemos dar pistas claras sobre cuál es la mejor forma para hacerlo.

Por eso hoy pretendo compartir algunas estrategias claras que pueden ayudar a aquellos docentes que sienten ganas de encender la llama de de la inclusión.

Estrategias de Inclusión

Si partimos de la base de que la inclusión aboga porque el alumnado con NEAE participe de las mismas tareas, actividades y ejercicios que se plantean en el aula, debemos asumir un principio que lo corrobora: el Ajuste de la Propuesta Curricular vs Adaptación de la Propuesta Curricular. 
Ajuste supone mantener el mismo diseño curricular realizando ajustes que rompan las barreras a la participación de todos. Supone planificar una unidad didáctica que esté abierta a todos, amplia, enriquecida, con variedad de formas de acceso y modalidades de expresión. 
Adaptación supone modificar el diseño curricular a las características y particularidades de un alumno concreto. Supone individualizar el proceso de enseñanza según la tipología del alumno con NEE. Este proceso de adaptación facilita el trabajo individual del alumno, y también puede que su aprendizaje y progreso personal, pero dificulta la participación en la vida y en el trabajo que realizan sus compañeros. Además propicia el trabajo en paralelo, fuera del grupo-clase, aunque en el aula.

Por eso se debe realizar un proceso de ajuste que incluya Estrategias de Inclusión que puedan romper las barreras cognitivas, físicas, sensoriales, comunicativas y sociales que puedan llevar incorporadas el diseño de la propuesta curricular:

Hoy vamos a plantear aquí ALGUNAS estrategias de inclusión para el aula. Pero antes me gustaría recordar el esquema básico que se debe seguir en el diseño de las UDIs que desarrollen el trabajo por Competencias Clave:

@AMarquezOrdonez

Es importante tener claro que hablamos de estrategias de inclusión pensadas y diseñadas para modelos didácticos centrados en el desarrollo del trabajo competencial, favorecedor en esencia de la inclusión educativa. Para lo modelos tradicionales rígidos y directivos, con el profesor como eje del proceso de enseñanza no tendrán una gran repercusión, ni facilitarán en gran medida la inclusión educativa de los ACNEAE.

Estrategia Inclusiva: Enriquecimiento de las Actividades

La Taxonomía de Bloom, revisada por Lorin Anderson y David R. Krathwohl (2001), nos define una serie de dominios de aprendizaje (cognitivo, afectivo, perceptivo, interpersonal y psicomotor) del alumno, dentro de los cuales puede desarrollar varios tipos de habilidades y conocimientos específicos para el aprendizaje. Estos conocimientos y habilidades pueden ser ordenados jerárquicamente en función de los procesos (cognitivos, afectivos y psicomotores) requeridos para realizar diferentes actividades.

Imagen tomada de «Soy Docente Maestro y Profesor»

Desde esta perspectiva, la tarea docente debe realizarse siguiendo un proceso que respondería al siguiente esquema:

1. Conoce a tus alumnos. Es fundamental que el docente conozca bien las posibilidades de acción de cada uno de sus alumnos. Evaluar al comienzo de cada curso, y al comienzo de cada unidad supone un factor determinante a la hora de graduar los diferentes tipos de actividades que se van a proponer en clase. No todos los alumnos se encuentran en la misma situación de la pirámide y no todos trabajarán de la misma forma.

2. Diseña la tarea con sus actividades correspondientes, delimitando un eje central de actuación que determine las actuaciones necesarias para alcanzar el producto final y/o resolver el reto o pregunta propuesto. Este proceso nos servirá de base para reajustar la propuesta de actividades en función de los diferentes niveles de ejecución.

3. Ajusta el diseño de las actividades a las habilidades de tus alumnos. Propón diferentes formas de abordar los mismos contenidos principales de la Unidad. Para ello aborda el contenido desde los seis planos y deja que tus alumnos se sitúen en aquellas actividades que pueden hacer. En este punto es donde podemos caer en la denominada «pereza docente» a la hora de buscar y definir multitud de actividades. Para ello os proponemos recurrir a los BANCOS DE RECURSOS de diferentes páginas webs donde podréis descargar actividades, fichas, vídeos, juegos, audios,…, para incorporarlos a cada grupo propuesto.



4. Sitúa a cada alumno ante las actividades programadas. Es importante que las diferentes habilidades y capacidades de todos tus alumnos encuentren un modelo de actividad accesible para ellos, que les permitan trabajar, participar y progresar en sus aprendizajes.

5. Aporta a las actividades todos aquellos elementos de acceso que las necesidades educativas de tus alumnos requieran. De esta forma conseguirás romper las barreras (cognitivas, físicas, sociales, sensoriales, comunicativas…). Logra que tus actividades sean accesibles para todos.

6. Evalúa a los alumnos de forma grupal y personalizada. Realiza diferentes niveles de desempeño o de logro de los aprendizajes evaluados por cada estándar o indicador de evaluación. El indicador puede ser alcanzando desde diferentes niveles de logro, manteniéndose constante en los diferentes alumnos y posibilitando así el ajuste de la propuesta curricular, y no la adaptación del indicador o estándar «recortando» contenidos implícitos.

Quizás es un modelo de trabajo que implica mayor esfuerzo docente, pero el alumnado en general y el ACNEAE en particular lo agradecerán.